Leyendo ciertos artículos para informarme sobre ese engendro denominado «ley de economía sostenible», cuya contribución a la economía española va a ser equivalente a la de la «alianza de civilizaciones» a las relaciones internacionales, he encontrado un interesante párrafo que puede ilustrar bastante sobre el tema de las energías «renovables» que, en su versión eólica, amenazan con invandir Cantabria para regocijo de unos pocos habilidosos empresarios.
El texto lo firma Roberto Centeno en «el confidencial.com», catedrático de economía y discípulo de Ramón Tamames, el ilustre catedrático que acaba de decir, sobre las afirmaciones gubernamentales de que la recesión ha tocado fondo, que «también el Titanic tocó fondo». Efectivamente, y ahí sigue, sin salir a flote.
Merece la pena la lectura. (Nota: El texto se refiere a la engendro-ley de economía sostenible, en lo referente a la apuesta por las energías renovables; porque, señores, no sólo el gobierno de Cantabria lo fía todo a los molinos, también el gobierno de España está en ello. Que Dios nos pille confesados).
(…) Y como final de tanto despropósito la guinda del pastel: las subvenciones masivas a las energías renovables, un proceso económicamente insostenible y una fuente inagotable de pelotazos y enriquecimiento ilimitado para unos pocos amigos del poder. Una locura energética que esquilma a las familias, destruye la competitividad de la economía y apenas crea empleo, 32.000 a día de hoy, con un coste de 150.000 euros año por empleo. Las energías renovables costaran en 2009, solo en subvenciones, cerca de 5.000 millones de euros, cifra que llegará a 10.000 millones en 2013 con la nueva ley, lo que elevará el recibo de la luz en un 50%. Una irresponsabilidad oceánica en un país con casi cinco millones de parados, y con un déficit y una deuda pública insostenibles.
El domingo 8 de noviembre la energía eólica, debido al fuerte viento suministraría el 52 % de la potencia necesaria, equivalente al 19 % en un día laborable, lo que puede hacer pensar que es estupendo, nada más lejos de la realidad, cuanto más viento hace mayor es el río de dinero que reciben los amigos del poder, y en consecuencia mucho mas caro el recibo de la luz, así que recen para que no haya viento. Como ese día sobró energía, la exportamos a Francia ¡a menos de la mitad de su coste! Y otra cifra proecologista: un panel fotovoltaico necesita casi tanta energía para producirse como la que generará durante toda su vida, igual que un litro de biodiesel necesita para producirse 0,8 litros de diesel normal, aparte el desastre que supone para la producción de alimentos.
Además, las energías renovables están haciendo operativamente inviable el sistema eléctrico, donde se necesita duplicar la potencia instalada y la inversión, ya que cuando no hay viento suficiente, el 70% del tiempo, la electricidad tiene que generarse de otras fuentes, pero además afecta también a la estabilidad del sistema, todo lo cual incrementa enormemente los costo. Además, las energías renovables son las que han generado el problema del carbón, que necesita 2.000 millones más de subvención para sobrevivir. En resumen la nueva ley, aparte la rechifla general, será la mayor fuente de pelotazos de Europa, y una ruina para la economía, para la competitividad y para las familias.
http://www.cotizalia.com/disparate-economico/economia-sostenible-insulto-nacion-crisis-20091129.html